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Una buena cumbia

Exhibición en la Galería La portland


César Bernardi
Mantera Galería
Curadoras:
Valentina Bolcatto - Victoria Ruíz Díaz

22 de Julio / 21 de Septiembre
Galería La portland
Bajada Grande, Paraná, Entre Ríos, Argentina.


Fotografía: Rebeca Zapata
Montaje: Guido Bertos

Una buena cumbia

Valentina Bolcatto y Victoria Ruíz Díaz

Es viernes por la noche. El viento serpentea por las calles de un pueblo acalorado, arrastrando los sonidos de una cumbia. Las pieles transpiradas se tocan, se encienden y erotizan. Los tachos de luz queman, la música suena, los cuerpos se agitan y el mundo parece otro.

“Una buena cumbia” explora el mundo vibrante de las disidencias sexuales que habita en el corazón de los barrios populares, donde la resistencia es una forma de vida y las pancartas se alzan junto a los abrazos. César y Mantera proponen otro modo de estar juntxs desafiando lo establecido. Una exposición en la que el barrio vibra entre carteles, pinturas y lentejuelas. Ranchamos e invitamos a bailar, a sobrevivir desde nuevas poéticas, a desobedecer y celebrar la vida en todas sus formas.

César propone observar las distancias entre las orillas de un río marrón terroso que inunda de olor a costa toda su obra. Trabaja a partir de los recuerdos y ficciona imágenes que develan los afectos de su infancia y con ellos el mundo de las travestis, los pescadores y los márgenes del río de la ciudad de La Paz. Un espacio donde conviven y contrastan la belleza del entorno con la violencia y la desigualdad. Desde la cosmología Chaná, reconstruye una narrativa sobre la fluvialidad y la memoria del lugar donde creció. 

Mantera borra los límites entre lo público y lo privado a partir de una obra de autoría colectiva que habita entre ferias barriales y galerías del país. Trabajan a partir de prácticas de circulación y comercialización de obra en contextos de precarización. Proponen una plataforma expositiva y de consumo popular como un ritual de celebración. Ranchear, tirar la manta e invitar a bailar: una manera de enunciarse y habitar los cuerpos en medio de una sociedad en crisis que niega las existencias.

Esta muestra explora la fiesta como un gesto que trasciende la danza y se convierte en un modo de acción, de buen amor y de aceptación. Un movimiento rebelde y ruidoso. Construyen miradas honestas y proponen otras narrativas de la realidad que cuestionan la voz dominante de la historia. Una red de contención, afecto y cuidado que crea un sentido de pertenencia y comunidad pero, sobre todo, de revolución.